Ahorro de energía, consumo responsable

Qué es la energía? ¿Somos realmente conscientes de la importancia que tiene y de cuánto la necesitamos para vivir?
El ahorro y la eficiencia energética de los consumidores determinará la salud futura del planeta.

El ahorro de energía ayuda a proteger el medio ambiente, y en términos más personales, ayuda también a mejorar nuestra economía doméstica. Sin darnos cuenta, desperdiciamos una gran cantidad de energía en nuestro hogar y en nuestro entorno. Creemos que la energía es inagotable, pero el uso excesivo de algunas materias primas está produciendo su rápido agotamiento de tal manera que no las da tiempo a regenerarse. Por eso tenemos que mentalizarnos de la necesidad de realizar un uso consciente y responsable de la energía a diario. Llegaríamos a una situación de «ganar-ganar», bueno para el medio ambiente y bueno para nosotros.

En realidad es algo muy sencillo y enriquecedor.

Ahorrar energía significa reducir su consumo consiguiendo los mismos resultados que gastando más, siendo beneficioso porque ahorra dinero y protege el medio ambiente. El carbón, el petróleo o el gas son fuentes naturales preciosas que generan energía, pero limitadas.

La gestión responsable de la energía eléctrica en casa está en nuestras manos. Sólo debemos tomar consciencia real de ello y cambiar unos cuantos hábitos. Es importante adaptar los recursos a cada estación del año y situaciones personales. Sí es cierto que en invierno hacemos un mayor uso de la energía (con la calefacción, iluminación artificial, secadora, etc.) pero aún así hay trucos que pasamos por alto. ¿Sabes qué es el consumo fantasma? Es el consumo de electricidad de los aparatos electrónicos conectados permanentemente a la red, es decir, el consumo de los aparatos cuando están en stand by. Hay muchos aparatos eléctricos que dejamos enchufados durante todo el día sin estar utilizándolos, como por ejemplo la televisión o la impresora. ¿Sabías que la televisión gasta más que un ordenador cuando la dejas en stand by? Hay soluciones sencillas, por ejemplo usar temporizadores para desconectar automáticamente los aparatos que no utilicemos de noche. Si incorporamos en nuestra rutina estos hábitos de ahorro, al igual que tenemos ya interiorizados los de consumo, iremos viendo poco a poco una mejora en las facturas.

En realidad es posible ahorrar energía

directamente de muchas formas en casa, sin grandes inversiones: según la potencia, los diferentes aparatos eléctricos, el momento del día, época del año…

Es probable que tengamos en casa más potencia de la que necesitamos (la cantidad de electricidad máxima que podemos llegar a consumir a la vez), ya que por lo general, nunca ponemos todos los aparatos a la vez. La potencia instalada depende de cada usuario, y tenemos derecho a solicitar bajarla si así lo vemos conveniente.

bueno amigos, hasta aquí la publicación de hoy espero que os haya resultado interesante como ami.

Noticia publicada en la pagina web https://www.eseficiencia.es/

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